lunes, 31 de enero de 2011

La Momia de Sagua

¿ ARQUEOLOGIA COLONIAL O MITOLOGIA ?
A mediados del siglo XIX existía en Sagua un curioso secreto que solo murmuraban algunos en voz baja:…! en el ingenio San Jorge existe un cuerpo humano embalsamado en una tumba de cristal !…¿Sería esto una historia real o solo se trataba de un intrigante cuento de viejas?. La población promedio nunca lo sabría ciertamente, pero dentro de la alta clase social de la Villa sí se manejaba la noticia de que Don Jorge Barttle había sido momificado y acomodado en una habitación del antigüo ingenio.


Don Jorge Barttle había sido un pionero en el cultivo de la caña de azúcar desde 1835 y conocido como el primer dueño del ingenio San Jorge en las márgenes del Undoso, entre Sagua e Isabela.A su muerte fue embalsamado y puesto en una urna de cristal en un oscuro cuarto de la casa del ingenio; de esta forma, la figura disecada del rico hacendado, perfectamente embalsamada e impecablemente vestida, posó por muchos años ante los asombrados ojos de ilustres sagüeros con acceso a la finca que desfilaron por allí con el permiso de Don Agustín Hermenway el ultimo dueño del San Jorge.

Con la demolición del ingenio a finales del siglo XIX, Mr Hermenway decidió construir un enorme sarcófago de caoba para así proteger a la frágil urna de cristal y poderle dar cristiana sepultura a Mister Barttle y más de un siglo ha transcurrido sin que las actuales generaciones volvieran a oir este apasionante relato.

La leyenda siempre nos interesó y en secreto, con pretextos aborígenes, siempre realizábamos las excavaciones en amplias áreas de la zona de los ingenios coloniales teniendo en cuenta la posibilidad real de esta tradición. Es conocido la gran cantidad de sitios aborígenes que nuestro Grupo “Sabaneque” halló en esta región, pero nunca nos tropezamos con el gran sarcófago de caoba que nos permitiría “conocer de cerca” a tan interesante personaje histórico de Sagua La Grande.

Nunca se ha encontrado a la centenaria momia sagüera, pero “en un sitio cercano a la gran casona de vivienda del antiguo ingenio San Jorge sigue durmiendo, con su impecable traje del siglo XIX, Don Jorge Barttle al que muchos atribuían “el camino del inglés”, primer sendero entre Sagua e Isabela…



Para ampliar sobre cada caso:
ARCHIVO SABANEQUE




viernes, 28 de enero de 2011

Asociación Martiana de Sagua

La Asociación Martiana de Sagua

Fue fundada en 1939 en el seno del Club Rotario con el objetivo de conservar y rendir culto al Rincón Martiano recién creado en el Parque “El Pelón”.

Su directiva la componían los siguientes dignos sagüeros: Presidente: Luis Fernández Alemán; Vice: Heriberto Manero; Secretaria: Alicia Morejón; Tesorera: Rosa M. Ramos; Vocales: Alejandrina Núñez, Amado Fernández, Tomás Sánchez Jorro,Andres Lazcano, Dr. Francisco Rodríguez, y Francisco Rodríguez Fernández., convirtiéndose todos en verdaderos guardianes del Templo Martiano.

El esmero en la conservación, decoración y jardines, hizo que este rincón dedicado a Martí, fuera uno de los más bellos de la provincia villareña gracias a esta celosa asociación.

El llamado “Rincón Martiano” ubicado dentro del Parque “El Pelón”, entre la escalinata del río y el puente El Triunfo,exhibe el busto y versos tallados en piedra del apostol cubano.

Sitio hacia el que desfilan los estudiantes durante las fechas de natalicio del apostol cubano.
Fue idea de Pepe Guardiola al no tener Sagua un sitio de adoración y homenaje martiano,al que se unieron muchas horas voluntarias del albañil Canalejas, Chicho Stacholy en el trabajo con barro para la cabeza, la Fundición de MacFarlane completó su trabajo en bronce.

Juan Barturen Zulueta talló los versos en el muro, Raoul García Iglesias les dió su acabado, mientras Rogelio Iglesias las pintaba con pintura a base de plomo y bronce.

Todos apoyados por otros jóvenes entusiastas que formaban el equipo como Manino Aguilera que fue el de la idea de incorporar música al conjunto al colocar y ser el celador de un tocadiscos y una biblioteca empotrada en el muro, y Fito Gelabert que colaboró en las medidas.

El 28 de Enero de 1939 Sagua tenía su rincón martiano donde recordar a tan ilustre pensador cubano.

Esta es una fotografía muy interesante y trascendental ya que vemos a Don Juan Barturen tallando sobre el muro del Rincón Martiano las primeras letras de los versos de Martí que más tarde han leído muchas generaciones de sagüeros.

Tomada en 1938. Donada a nuestra colección por Don Juan Barturen.


ARCHIVO SABANEQUE
1970 - 2011


 

miércoles, 26 de enero de 2011

La Capa del Cementerio

Era una noche lluviosa de 1854, no había parado de diluviar en todo el día y los perturbadores truenos hacían santiguar a las abuelas,que a la luz de las velas, tejían con largas agujetas.Toda Sagua estaba encerrada en sus viviendas a punto de dormir pues no era mucho el entretenimiento casero que existía y los jóvenes más inquietos tenían que crear su distracción diaria para así poder saciar esa llama de aventura tan propia de la edad.Todos los farolillos de carbón del frente de las casas estaban apagados y la Villa del Undoso hundida en tiniemblas densas.


Los únicos seres vivientes que osaban transitar por las oscuras calles lo eran algunos perros vagabundos y un grupo de muchachones,que sin nada que hacer,planeaban algún reto entre la iglesia de madera y la Plaza del Recuerdo en las esquinas de las calles Progreso y Esperanza. Todos con capas de agua y un farolito que protegían del atronador diluvio.Allí esperaban a las 12 de la noche,hora siniestra en que la mano del demonio asecha al débil para alimentarse con la energía de su pánico.

Faltando solo 15 minutos para la hora más temida del siglo XIX,el grupo de 6 jóvenes comenzó a caminar por toda la calle de Colón y al llegar a Aurora bajaron a buscar el Barrio de Rodas tramo fangoso donde aún estaba por construir las calles asfaltadas.A partir del límite de Virtudes comenzaba la larga y temida alameda del Cementerio, lugar jamás visitado de noche, y mucho menos “a las doce”.Los muchachos intentaban acompañar a Celestino y Fermín,los dos desafortunados que les había tocado por sorteo,penetrar en el camposanto y clavar una estaca en la tumba de un odioso español de la policía local que se decía estaba endemoniado poco antes de morir.


Al llegar a la calle Virtudes terminó el apoyo de la comitiva y ambos tuvieron que continuar solitarios a lo largo de la recta avenida de álamos y gigantescos árboles que formaban una aterradora garganta forestal hacia el “más allá”.La ruta del cementerio iluminada por los constantes relámpagos y el aplastante golpe del temporar tenía ya muy alterado a Fermín que era el elegido para la satánica misión de profanación que de no ser por su honor ya se huviera retirado del supuesto juego.

Al llegar al gran portón Celestino abrió la verja de hierro y esperó que su amigo pasara primero, ya era muy grande el terror que los dominaba pero tenían que continuar.Con pasos muy medidos se adentraron en el cementerio donde una gran elípse de mármol negro anunciaba en letras doradas:

“Spectamos hic,donee veniat immutatio nostra”.Un camino conducía hacia la derecha en medio de hermosos y decorados sepulcros de gente de mejor condición social,pero al final del camino comenzaban las cruces de hierro clavadas en tierra donde debían encontrar el reducto de su víctima. La cerrada lluvia apenas les permitía leer las inscripciones en lápidas y cruces,pero el sitio ya lo conocían de antemano y esto les permitió localizarlo sin error a equivocarse.Allí estaba la sepultura del loco al que debían desafiar y mirando su reloj de bolsillo Celestino señaló a Fermín que ya debía comenzar.

El jóven tembloroso casi a punto de estallar comenzó a clavar la estaca con una piedra que apenas podia controlar por sus encrispados nervios, y luego de varios golpes el tronco quedó firme en el fango de la fosa.

Vamos,vamos ya-le dijo Celestino-ya terminastes tu mission,vámonos de aquí…

Pero no había terminado de dar su orden cuando un espantoso grito le congeló la sangre en cada una de las arterias de su cuerpo.La cara de Fermín había quedado con una expresión de verdadero espanto y la boca abierta no emitía ninguna frase.Su amigo completamente fuera de sí soltó el farol y corrió a tacto por todo el estrecho camino de tumbas ,hasta que encontrado la entrada salió disparado por la recta avenida de Concha gritado a todo pulmón:-“Corran,corran…

Los amigos que allí esperaban,horrorizados con la actitud del infeliz colega,salieron disparados en distintas direcciones hasta llegar a sus casas donde se metieron en sus camas y sin poder dormir ni un solo segundo en todo el resto de la noche ,esperaron impaciente al día siguiente.

La noticia de la mañana fue impactante;había aparecido el cadáver del jóven Fermín en una tumba conocida del Cementerio de Sagua y sus ojos muy abiertos expresaban que algo espantoso debió haberle sucedido.No se le halló ninguna herida en su cuerpo y la autopsia no revelaba venenos ni otros tipos de posibles causas artificiales.No cabía dudas que el muchacho había muerto de miedo,un infarto instantáneo lo había furminado.Nadie ofreció testimonios y ninguno de los amigos de aventura se atrevió a hablar por el momento.

A pocos pasos de su cadaver se encontró su capa clavada a una estaca de madera…

Nota: Existen dos versiones más de este relato en Sagua La Grande, pero teniendo en cuenta que la aquí narrada es la más antigua de las tres,deducimos por tanto,que ambas son deformaciones agregadas con el tiempo.

Tomado del Archivo Sabaneque

lunes, 24 de enero de 2011

La Dama del Baile

Leyendas de Sagua La Grande

Esto sucedió allá por los tiempos de Casariego cuando ya el extenso Partido Judicial de Sagua contaba con más de 36 mil personas y acababa de formarse una empresa para el promocionar los bailes entre nuestros abuelos, un gran salón de bailes arrebató a la juventud de la época y la noche inaugurar atrajo a jóvenes de toda la región. Tocaba la orquesta “La Sagüera” y nunca antes se habían visto tan alegres reuniones, lo que posteriormente conocimos como “bailes sociedad”.


Un apuesto jóven de origen alemán que trabajaba para la familia Soler que también lo había adoptado y que se aplatanaba en Sagua La Grande llegó temprano al bazar de la iglesia hacia donde comenzaba a afluir una gran muchedumbre; toda la vida nocturna de la época giraba alrededor de La Plaza del Recuerdo e iglesia de madera donde hoy tenemos el Anfiteatro, pero ya se construía la parroquia de mampostería que hoy conocemos en nuestro parque (actual).Paco, como le llamaban sus amigos en lenguaje cubano, cansado de dar vueltas y vueltas en sentido horario, para ver caras de chicas que por tradición lo hacían hacia la izquierda, decidió que ya era hora de entrar en acción y sacó su papeleta para el baile. Dentro el ambiente era todo emoción, todas las muchachas de la crema y nata de la sociedad estaban por vez primera reunidas sin que faltara una sola, aquel acontecimiento era transcendental y había que aprovecharlo, para algunos conservadores era casi un escándalo “exhibir las féminas de aquella forma” pero cada una de ellas estaba custodiada por su madre, tía y chaperonas de resfuerzo. Paco solo quería bailar y estaba seguro de poderlo hacer autosuficiente de su atractiva figura.


Cuando comenzó la acción todos los muchachos se abalanzaron a la cacería de una posible pareja pero Paco fue cauteloso, quería conquistar lo mejor que allí existiera en representación del sexo débil. Las damas tenían una especie de libretica donde iban anotando los nombres de los caballeros a los cuales les concederían una pieza y el orden en que esto se realizaría. La segunda tanda era la selectiva pues la mujer escogía a uno de todos con los que bailó en la primera tanda y con este danzaba el resto de la noche.

Nuestro protagonista decidido le pidió pieza a una de las más cotizadas damas del salón y así comenzó la espera para su primer baile, estaba consciente de que muchos otros hombres la habían solicitado y ella había accedido, por lo que tendría que esperar unas 4 canciones para por fín poder admirar de cerca los bellos ojos de tan atractiva joven. Algo celoso de verla bailar con otros, decidió distraerse recorriendo la glorieta y así “corazón que no ve, corazón que no siente”; pero de pronto, cuando más distraido parecía estar, sus ojos se encontraron con la hembra más bella que pueda verse sobre la tierra, quedó boquiabierto de lo que acababa de descubrir, ese sí que era su estilo ideal una criolla diseñada en taller de arte con figura espigada, ojos verdes, boca de miel y una alegría contagiosa, -¿Cuantas peticiones tendrá?-pensó con preocupación.“Esta maravilla debe tener la libreta llena”, Y acercándose al descubrimiento se arriesgó a preguntar:-”Alguna vez le han dicho lo bonita que es”. A lo que ella respondió con agradable sonrisa- Gracias pero es la primera vez en mi vida.-¿Me permite una pieza? -ripostó sin pérdida de tiempo- Claro que sí también es el primero le respondió ella sin perder la amplia sonrisa. Paco no podía creer que aquella atracción huviera escapado a los ojos de tantos buitres, pero tampoco le interesaba explicárselo. En cuanto comenzó la siguiente melodía lo primero que le preguntó fue que “cual de las diez viejas que lo rodeaban era su chaperona”, a lo que ella le respondió:


Sorpresa, no traigo chaperonas. Acabo de arrivar a Sagua de regreso de mis vacaciones pero esta misma noche continuo a la finca de mis padres, no podré estar aquí toda la noche.

Muy buena situación-pensó el muchacho.

Y así bailaron muchísimas piezas más.

Nadie se acercó para anotarse en su lista y esto le pareció buenísimo a su favor.

Cuando comenzaba otro ritmo pegajoso de “La Sagüera” , ella le comunicó que tenía que irse, ya era tarde y sus padres la esperaban.

¡Oh no por favor!, es temprano, una más y yo mismo te llevo en mi caballo.Compláceme-.

Ella lo miró picarescamente y le contestó- Este es el primer baile en Sagua, van a haber muchos más en el futuro y ya he decidido que mi libreta será para tí, pero por favor ya debo irme.

El vió su seriedad por primera vez, pero hasta sin sonrisas le parecía extremadamente atractiva por lo que decidió complacerla y no apretar mucho esta situación que para él se estaba convirtiendo en una gran sensación única en su vida. En muy poco tiempo se había enamorado de aquella dama de una forma increíble y por ella haría todo lo que fuera necesario. Así que caminaron hasta su casa de donde tomando su caballo la acotejó detrás de sí junto con sus pertenencias y partieron por el camino del inglés hacia la finca de sus padres que estaba en el camino de la boca (hoy Isabela).

Por el camino él le preguntó su nombre y ella algo aliviada le dijo-Por fín averiguas mi nombre,no has hecho más que elogiarme pero entretenido se te olvidó identificarme, yo soy María Elena Delgado, mi padre es Don Andrés y mi madre Doña Cecilia, criamos ganado en Macomb y me gusta la poesía. Para el próximo baile te contaré más de mí, si me lo preguntas.

Perdona- respondió él -pero me he sentido algo hipnotizado ante tu presencia…

Ya llegamos-evadió ella.

Habían llegado a un gran portón de madera donde un camino de más de una cuadra desembocaba en un mediano ranchoque apenas podía divisarse en la poca luz de la luna. La jóven María con destreza atlética se tiró del caballo y comenzó a recoger sus pertenencias a lo que Paco respondió tirándose también-¿Como vas a caminar todo ese tramo?, yo te llevo hasta tu casa.


No Don Paco,ya hicistes mucho por mí, prefiero caminar este pequeño tramo-contestó ella- no quiero que mis padres vayan a pensar mal de mí.


Y dándole un beso en la mejilla a Paco le dijo-Te veré en el próximo baile


Acto seguido se quitó una plateada sortija de su dedo meñique y entregándosela le pidió:


¿Me la entregas en el próximo baile?


Claro que sí-le contestó el enamorado caballero apretándole ambas manos .


Aquella noche fue grandiosa para el flechado jóven, corrió a todo galope por el viejo trillo a Sagua y no pudo dormir pensando en la princesa que había acabado de conocer, pero también le fueron dificiles las otras noches contando los días hasta la próxima fiesta.

Por fín llegó ese día tan anciado y Don Paco estaba como loco buscando a su amada entre la multitud pero ella no aparecía. Pasó más de una hora desde que comenzó el baile y su reina no llegaba.Pasaron dos, tres, la noche entera y muy triste el joven se retiró a casa completamente derrotado.

No bailó con nadie y ninguna de las bellas chicas lo cautivó, solo pensaba en su adorada Mary que ya lo tenía completamente atrapado, soñaba con oir la dulce voz de su amada de un momento a otro junto a sus oidos

Al día siguiente muy decidido partió en su caballo hacia el rancho de Macomb, no podía tener malos pensamientos, quizás su amor había enfermado de repente impidiéndole asistir a la cita.

Muy pronto habría de aclararlo. Al llegar al gran portón se encontró con un anciano que cargaba unas leñas en un pequeño carretón al cual preguntó por el señor Andrés Delgado. El viejecillo le contestó que Don Andrés no se encontraba pero que su esposa Doña Cecilia podía atenderlo.

Llegando al viejo rancho muy falta de pintura y algo abandonado se encontró con una señora de pelo blanco de unos 60 años muy maltratados la cual resultó ser Doña Cecilia a la cua lse presentó y sin pérdida de tiempo preguntó-“Soy amigo de María Elena y vengo a saber de ella”- La señora que había estado un poco entretenida levantó su rostro y lo miró con severidad sin contestar una sola palabra .

Ante el silencio Don Paco insistió:-“Conocí a su hija la semana pasada cuando regresaba de sus vacaciones e hicimos una buena amistad, pero quedamos en vernos de nuevo el día de ayer en el baile de la plaza y no fue, he pensado que pudo ocurrirle algo”.Aquí le traigo su sortija que prestó. ¿Ella se encuentra?.

La señora Cecilia que lo miraba casi con horror estalló en un escandaloso llanto y el joven no sabía como reaccionar. Por fín pasaron unos segundos y esta lo invitó a entrar en la casa.

Acomodado en un acolchonado sillón esta comenzó por aclararle:-“Quizás usted se ha equivocado de dirección, ¿a cual María Elena usted busca?.¿Cual es su apellido?.-A lo que este contestó:-“María Elena Delgado, hasta este rancho yo la acompañé aquella noche”.

La acabada señora no podía resistir aquella conversación. Se negaba a continuar con un lastimero llanto que hería las entrañas del alma. De pronto Paco hizo un triunfal descubrimiento, en un cuadro que colgaba de la espaciosa pared de la sala divisó la pintura de su amada y muy feliz exclamó:-“Ahí está, esa es Mariaelena, estoy en el sitio correcto”…

Pero el silencio era total, Doña Cecilia no contestaba por lo que este comenzó a asustarse un poco. En eso entró al salón otra señora algo más joven de pelo negro que parecía ser ayudante o sirviente de Doña Cecilia y la llevó al interior de la casa. Pasaron largos minutos sin que el intrigado Paco comprendiera lo que allí sucedía.- “Le habrá pasado algo a mi chica”-pensó.

Pero no terminaba de organizar sus conclusiones cuando regresó la señora del pelo negro invitándolo a escuchar:

“Usted debe disculpar a Doña Cecilia que está muy indispuesta por ciertos detalles de su narración, pero aquí ha ocurrido algo espantoso que usted debe conocer y yo se lo explicaré:

¿Ha mirado bien usted ese cuadro?-le preguntó señalando hacia la pared- Paco lo volvió a observar y notó algo en lo que antes no había reparado;!Tenía flores!.

Miró a la señora con estupefacción…

Y esta afirmó- Efectivamente, María Elenita murió en un lamentable accidente hace 35 años en 1824 cuando regresaba de sus vacaciones para casarse con su prometido.

Haciendo un paréntesis estiró su mano para tomar la plateada sortija.


Su novio le había entregado un pequeño anillo con la condición de cambiárselo por otro más grande cuando esta regresara, como no le servía en sus otros dedos ella lo usaba en el chiquito.

El le había hecho una eternal promesa:”Cuando me entregues el pequeño nunca más nos separaremos”, pero el pacto nunca se consumó pues la niña no regresó y el novio, desolado, abandonó el pueblo para siempre.

Hubo silencio en la sombría habitación.

A aquella asombrosa entrevista no había más que agregarle. Todo era raro, fuera de lo que la naturaleza nos muestra como lógico en la vida cotidiana. Alguna fuerza prodigiosa escapó de dimensión en aquella Sagua colonial manisfestando su espeluznante rostro. Por muchos años las viejas se persignaban cuando contaban esta historia ¿Y Paco?. El pobre Paco perdió sus facultades mentales y hasta su muerte a finales del siglo XIX los sagüeros le llamaron, no sin dolor,”Paquito el alemán loco”…


Editado por Pedro Suárez Tintín
para el libro “Mitos y Leyendas de Sagua La Grande”

sábado, 22 de enero de 2011

La Fragata San Juan y su tesoro

El Tesoro del "San Juan"


En 1714 zozobró la fragata San Juan cerca de Cayo Cristo ubicado a unos 13 kilómetros al norte de Punta Sotavento en la Isabela de Sagua.

Gran parte del oro que transportaba aún permanece en su interior sin que nadie haya podido penetrar al fondo de la embarcación pues algunos de sus cañones pueden ser visto durante la bajamar.

Más detalles: Archivo Sabaneque. Sección Leyendas.





ARCHIVO SABANEQUE
1970 - 2011

miércoles, 19 de enero de 2011

El Tesoro de la Piedra Negra

Sobre la piedra negra cerca del embarcadero de La Caldera y el perno de bronce en un uvero en la Corona del Guanal” .


Este es un clásico tesoro buscado en la antigua Jurisdicción de Sagua la Grande desde hace más de dos siglos en Cayo Fragoso.

Se trata de un voluminoso baúl repleto de monedas y prendas de valor arrancadas a cada tripulante asaltado y acumulada durante mucho tiempo según llegó el relato a Isabela de Sagua por parte de un descendiente de pirata quien contaba que el padre de su abuelo había formado parte de la tripulación y había visto bajar el pesado cofre a una chalupa por parte del capitán y tres marinos que luego no regresaron al galeón.

La preciada carga fue enterrada en el conocido cayo frente a la desembocadura del río Sagua la Chica y se dice desde aquellos tiempos que la clave del derrotero es “encontrar la piedra negra cerca del embarcadero de La Caldera y un perno de bronce en un uvero en la Corona del Guanal”.

Existen otros datos adicionales que complican enormemente la ubicación del entierro teniendo en cuenta la gran extensión de este legendario cayo en el archipiélago de Sabana-Camagüey.





sábado, 15 de enero de 2011

La Corona de la cómica

RELATO DE DON FRANCISCO POVEDA
(EL TROVADOR DE LOS CAMPOS DE CUBA).

El poeta, investigador y trovador Don Francisco Poveda (1796-1881) vivió y murió en Sagua La Grande donde recopiló muchos relatos a lo largo de sus campos. A continuación uno de ellos relacionado con los últimos vestigios de piratería en el siglo XIX.


"Poco después de mi llegada a Sagua y de ser escribiente del Capitán de Partido Don Regino Landaeta, supe que, poco tiempo antes, los piratas, raqueros o musulmanes (como también le llamaban en Cuba) hicieron presa de un bergantín que de Hamburgo iba a Veracruz, á la orden de Iturbide; pues bien, después del saqueo de cuanto existía a bordo, salían arrias cargadas con lo robado de Sagua para Santa Clara, y entre los objetos de fantasía, los piratas encontraron una corona de brillantes, perlas y otras piedras preciosas, a la que tomaron como un objeto cualquiera, y en Villaclara la vendieron por una onza de oro, á una cómica."


 
ARCHIVO SABANEQUE
1970 - 2011

sábado, 8 de enero de 2011

¿Vivió Laffite sus últimos días en Sagua La Grande?

El pirata Jean Laffite en Sagua La Grande

La vida de Jean Laffite y Marie Dubois en Cayo Cristo.

De: Rafael Rasco, una fascinante historia relacionada con su familia que ha sobrevivido en las calles de Sagua y que el autor narra en su libro "de guacamaya a la sierra".

El 4 de Enero de 2001 P.S. Tintín entrevistó al profesor Rasco para confirmar los datos de su narración, y esto es lo Don Rafael usó como columna vertebral para crear su novela con elementos reales, de cosecha propia, y adornos poéticos necesarios en el embellecimiento de la misma. Poseemos un ejemplar de esta edición ya agotada y con gusto enviamos copia a algún investigador que lo desee. Con nuestra publicación sobre el tema en Internet y en la revista "El Undoso" en el año 2001, se ha creado una explosión de interés por este caso y muchas autoridades en Historia Americana nos solicitan datos, entrevistas, etc, por lo que debemos aclarar que nosotros (nuestro equipo Sabaneque) solo entrevistamos al autor (ya fallecido) pero no poseemos ningún documento probatorio y todo lo que poseemos es lo que el mismo Rafael publicó, y lo que se conocía en Sagua posiblemente por los "cuentos de bares" que nos dejó Don José Antonio Beltrán en el siglo XIX. A continuación un extracto (10 %) de lo narrado por el autor.


RESUMEN:

En 1821 llegó a Cayo Cristo una embarcación mandada por un hombre de tipo distinguido, trigueño,con catorce hombres en su tripulación y allí se quedó con su esposa.


El capitán decía llamarse Bretón y ser mitad español y mitad francés. De vez en cuando salía de viaje con sus marinos dejando a su mujer en el cayo.En una ocasión le trajo un clavicordio y ella lo tocaba como los mismos ángeles,pero solo a su marido y a puertas cerradas.Sus hombres lo admiraban y respetaban pues él no era de su misma clase,mostraba ser un caballero culto, pero sobre todo era un excelente espadachín y manejando muy bien la pistola todos le temían.Una especie de Conde exiliado,un misterio que a nadie le interesaba aclarar.

En el cayo le nació una hija a la cual bautizaron como María y allí creció con los años.Su padre salía en largas temporadas y luego regresaba con al carga que le permitía mantener un cómodo régimen de vida.Fue visitado en ocasiones por gente ilustre pero nadie conocía en realidad de quien se trataba.Su tripulación con sus mujeres hicieron una verdadera población en Cayo Cristo pero nunca su refinada esposa se mezcló con el resto de los vecinos y solo hacía tocar su clavicordio en un lamento que escuchaba todo el islote.

La niña seguía creciendo rodeada del misterio que envolvía la procedencia de sus padres.Se empezó a rumorar que él era un noble exiliado, quizás un corsario retirado,un jefe pirata que vivía en aquel tranquilo refugio para disfrutar en paz de sus riquezas…que sus viajes eran solo un pretexto, porque el oro lo guardaba en cofres y que tenía tantos que algunos los había enterrado en lugares especiales,más seguros que el cayo,para futuras contingencias.


La esposa era una culta mujer que hablaba varios idiomas y servía de maestra a la pequeña María por no existir escuelas allí. En Sagua e Isabela ya se hablaba de “el hombre de Cayo Cristo” y el misterio que lo rodeaba.Mientras más crecía la niña más preguntas le hacía a su madre sobre quienes eran,de donde venían,quien era su padre y sobre todo le intrigaba un cuarto que durante toda su vida estuvo cerrado con llaves.Su madre le explicaba que en ese cuarto su padre guardaba papeles y pertenencias íntimas,también le explicaba que con el tiempo ella le contaría más de sus pasados.


Un día corrió por la arena a esperar el barco de su padre que anclaba pero se extrañó que este no bajó de primero como siempre lo hacía,en cambio todos los lobos de mar bajaron con rostro sombrío y dirigiéndose a su casa le dieron la triste noticia a su madre de que el capitán había muerto de fiebres en las costas de Yucatán.Aquello fue horrible para la fiel amante que completamente destruída nunca más tocó el clavicordio.Los hombres de mar también estaban muy afligidos y sin rumbo. Todo había terminado,el principal guía de todos había dejado de existir.¿Qué harían sin él?. Aquella comunidad se fue disolviendo y la bella dama murió de tristeza.María que ya tenía 18 años decidió entonces mudarse para Sagua y hacia allá fue con su fiel criada Yambi dejando atrás sus años dorados de Cayo Cristo.

Una nueva vida comenzaba para ella con el nombre de María Rodríguez y con el tiempo se casó con un hombre de apellido Alonso formando una familia que mezclada entre la naciente sociedad sagüera fue borrando su intrigante pasado del cayo,pero he aquí que comienza la fascinante historia cuando,pasado muchos años Doña Mariquita,como le llamaban sus vecinos,decidió contarle a la abuela de Don Rafael Rasco las verdades de sus antepasados.


Era el año 1895 y ya María o Mariquita tenía 73 años y la abuela de Rasco tendría unos 34 en esa fecha.Alicia,la hija de María se había casado con Juan Antonio Someillán hermano de la abuela de Rasco y todo quedaba en familia.


Comenzó doña Mariquita contándole que en realidad los nacidos en el Cayo eran de descencia pirata,ella lo era. Su padre no era en realidad el capitán Bretón como todos creían,ese era un sobre nombre para ocultar el real,pero eso se lo contaría después.Su madre era de una de las familias criollas más conocidas de Louisiana y vivían en una plantación al norte de Nueva Orleans que era uno de los lugares que su padre visitaba con frecuencia.


“Mi madre fue educada en la Ursulinas-que entonces era la escuela a la que asistían las señoritas de aquella sociedad-preparada,en fin, para hacer un gran matrimonio,pero se enamoró de un hombre que no era exactamente lo que su familia quería para ella.Se enamoró,y él de ella.Estos amores fueron un secreto porque él-que era un caballero no quizo nunca que a ella la rozara nada de la fama que él tenía porque pensaba-según mi madre me decía-que no era digno de ella;por eso el secreto,porque sabía que un día tendría que irse y no quería dejarla con el estigma a los ojos de aquella sociedad de haber sido la novia del pirata que probablemente en la lengua de la gente sería calificada como la amante.El lo sabía porque conocía aquel ambiente,sabía que lo temían,lo adulaban,pero que eran capaces de clavarle un puñal por la espalda”.

“Por eso la noche que él vino a despedirse ,cuando le explicó la situación,ella,sin pensarlo dos veces,decidió irse con él.El no quería llevarla,pero ella se lo pidió,se lo suplicó,le dijo que el día que él se fuera de su lado sería la muerte para ella,como luego fue en realidad. Por eso,por el secreto absoluto de estos amores que nadie ni sospechaba, mucha gente pensó que el pirata en su huída,había raptado cobardemente a la más bella flor de Nueva Orleáns.La verdad nadie la sabía,que era ella la que le había implorado para que se la llevara”.


Y doña Mariquita que ya no estaba tan alegre,recordando todo aquello que era la historia de su padre y de su madre,terminó aquella parte de su narración,diciendo:

Desaparecieron de Louisiana,nadie más supo de ellos.


Un momento después la abuela de Rasco,que estaba realmente interesada en la historia,volvió a preguntarle:

¿Y cuando sucedió todo eso?

En 1821-le repuso doña Mariquita; y empesó desde el principio a desarrollar su larga historia contándole que su padre había llegado a Nueva Orleans al año de la compra de Louisiana por los Estados Unidos y pronto llegó a ser un ciudadano muy conocido en esa localidad donde se relacionó con personalidades muy importantes de la sociedad como abogados y politicos,incluso uno de ellos, Latour,lo fue a visitar a de Isabela a Cayo Cristo en una occasion Cuando llegó la Guerra su padre ofreció sus fuerzas de más de mil hombres y un puñado de barcos armados y gracias a su ayuda la ciudad no cayó en manos de los ingleses.Luego de esto decidió marcharse con su esposa al paraíso de Cayo Cristo y nunca más se supo de este interesante personaje.


El pirata de esta leyenda se llamó Jean Laffite y la historia no conocía su destino final, pero gracias a la revelación de su hija María en 1895 a la familia Someillán es que este fascinante relato se ha podido rescatar del olvido. En algún lugar de Sagua La Grande deben quedar los restos del clavicordio de Marie Dubois y los documentos de Laffite que su hija tanto conservó. Por muchas venas de actuales sagüeros corre la sangre de aquel temible corsario de los mares,el legendario Jean Laffite.






viernes, 7 de enero de 2011

El Tesoro de Cayo La Vela

LEYENDAS DE SAGUA LA GRANDE



Pero al parecer este no fue el único entierro y se habla de otras fortunas escondidas en el islote durante los siglos XVI y XVII por El Olonés,Morgan y Pata de Palo.
Aunque la tesis no le gustó mucho al historiador sagüero Antonio Miguel Alcover, muchos investigadores del finales del siglo XIX afirmaban que Sagua se formó en gran parte con marinos y piratas retirados de la época romántica de los mares caribeños.De ahí que existiera tanto conocimiento del tenebroso pasado de los hermanos de la costa en el pequeño pueblito llamado “El Embarcadero” antes de 1800 (hoy Sagua L Grande).

Los marinos de los primeros tiempos de Sagua le temían a Cayo La Vela pues afirmaban que, al pasar cerca de sus costas,sentían almas en pena que los llamaban. Muchos contaron haber recibido descripciones para encontrar antiguos entierros, pero nunca nadie se atrevió a buscarlos. No fue hasta finales del siglo pasado (XIX), durante la Guerra de Independencia cubana que se hicieron algunas excavaciones en el cayo y una verdadera fiebre de tesoros se despertó, pero nunca se supo si el islote premió a algún afortunado. En la actualidad aún se ven las muchas fosas que allí quedaron.




 

ARCHIVO SABANEQUE
1970 - 2011
 



Dentro de las leyendas del océano este es el cayo que más ha llamado la atención de los sagüeros por muchas generaciones pues desde los inicios de Sagua la tradición ha afirmado que en el año de 1561 aquí se sepultó un gran tesoro y hasta existía un plano pirata original circulando por las calles de la Villa del Undoso donde se señalaba que la clave del entierro lo eran “dos argollas-guías las cuales conducen hasta unas rocas donde una gruesa capa de pintura indica posiblemente) el sitio del tesoro”.
LAS ARGOLLAS DE CAYO LA VELA

miércoles, 5 de enero de 2011

ARRIBOS AL PUERTO DE SAGUA EN EL SIGLO XX

ALGUNOS BARCOS QUE ARRIBARON AL PUERTO DE SAGUA LA GRANDE EN EL SIGLO XIX



Por estos tiempos el Puerto de Sagua aún no se llamaba “Isabela” sino que se conocía por “La Boca”

1805 – Goleta “Carmen” (del Corsario Particular San Ildefonso en La Boca)
1837 – Vapor “Yumurí” (Comienza sus viajes entre el Puerto de Sagua y el de Matanzas)
1849 – Vapor “Sagua La Grande” (Inaugurado por Beronda y Hermanos –dueños del Ingenio “Delta)”
1852 - Bergantín “Lucy Watts” (multado por el Capitán del Puerto)
1852 – Bergantín “Emperatriz” (Interceptado por Casariego antes de partir a Africa en busca de esclavos)
1853 – Vapor “Veloz Cayero” (procedente de La Habana para sustituir al Vapor “Jején”).

DESAPARECIDOS DURANTE EN CICLON DEL 27 DE AGOSTO DE 1856

1856 -Lancha “Leonor” (desapareció con atravesaños para el ferrocarril de Sagua en construcción).
1856 -Goleta española de Guerra “Isabel II” (Buque de travesía)
1856 -Fragata americana “Arkansas” (Buque de travesía)
1856 -Barca inglesa “Ivanhoe” (Buque de travesía)
1856 -Barca Americana “Albert (Buque de travesía)
1856 -Barca Americana “Warden” (Buque de travesía)
1856 -Bergantín americano “Galveston” (Buque de travesía)
1856 -Bergantín americano “John Hasiway” (Buque de travesía)
1856 -Lancha “Rosa” (Barco de Cabotaje)
1856 -Lancha “Carlota” (Barco de Cabotaje)
1856 -Lancha “Leonor” (desaparece en el área de Carahatas)
1856 -Lancha “Conchita” (Barco de Cabotaje)
1856 -Lancha “Marina” (Barco de Cabotaje)
1856 -Lancha “Guillermina” (Barco de Cabotaje)
1856 -Lancha “María” (Barco de Cabotaje)
1856 -Lancha de “Quintero” (desaparece en el área de Las Pozas)
1856 -Lancha “Arcorina” (Barco de Cabotaje)
1856 -Goleta “Juanita” (desaparece en el área de Las Pozas)
1856 -Goleta de “Cárdenas” (Barco de Cabotaje)
1856 -Goleta “La Trinidad” (desaparece en el área de Carahatas)
1856 -Goleta “María” (desaparece en el área de Las Pozas)
1856 -Goleta “Nicolasita” (Barco de Cabotaje)
1856 -Barco “Guairo” (de Andrés Cuní; desaparece en el área de Las Pozas)
1856 -Barco “Cuatro Hermanas” (desaparece en el área de Carahatas)
1856 -Bote “Tres Hermanas” (desaparece en el área de Las Pozas)
1856 -Vivero de Don Francisco Martí
1856 -Vivero “El Feliz” (Barco de Cabotaje)
1856 -Goleta “Lacina” (desaparece en el área de Las Pozas)
1856 -Goleta “Mallorquina” (Barco de Cabotaje)
1856 -Goleta “Reglita” (Barco de Cabotaje)
1856 -Goleta “Antoñica” (Barco de Cabotaje)
1856 -Barca Americana “Aguila” (Buque de travesía)
1858 – Vapor “Bazzard” (buque anglo-americano que entra sin autorización al puerto de Sagua).



ARRIBOS (Continuación)

1876 – El de 10 Febrero habían nada menos que 29 Buques Mercantes atracados en los muelles)
1876 – Vapor “Dalías” ( se inaugura el 11 de Marzo por sus dueños Bustillo, Jiménez y Hnos)
1878 – Vapor “Caibarién” (comienza a prestar servicios entre Cárdenas - Sagua – Caibarién)
1878 – Barca “Francesco Garguilo” (se hunde con parte del cargamento de vino Vermouth)
1879 – Vapor “Dalías” ( se pierde cerca de Cayo Mono Grande)
1879 – En este año arribaron nada menos que 304 buques mercantes al puerto de Sagua La Grande.
1880 - Goleta “Segunda Isabel”(se fue a pique cuando subía río arriba con carga de La Habana)
1880-Goleta “María Josefa” (se fue a pique cuando bajaba a Isabela de Sagua con azúcar)
1880 – Bergantín “E. C. Bernard” (este buque inglés encaya en Cayo Jutía cuando venía de Pórtland)
1880 – Vapor “Cuba” (comienza a cubrir el trayecto Sagua-Habana sustituyendo al “Dalías” perdido)
1880 – Este año, en el mes de junio, ya habían arribado al puerto de Sagua 218 buques mercantes.
1881 – Vapor “Adela” (comienza a hacer viajes desde el puerto de Sagua por cuenta propia)
1882 – Vapor “Fradera” (un cañonero de la Armada Española que pudo subir por todo el río navegable)
1882 – Goleta “L. M. Palner” (este barco inglés se vió en apuros por el Huracán del 4 de Septiembre)
1883 – Barca “Rebecca Moulton” (barco americano procedente de Nueva York )
1889 – Vapor ‘Elena Oms” (después llamado “Cosme Herrera”, llega el 16 de diciembre a La Boca- Isabela)
1890 – Goleta “Thomas R. Pellobury” (nave americana que encaya en Cayo La Vela y pudo ser rescatada)
1891 – Vapor “Bergerseren” (lo adquieren Mora y Oña para cubrir la línea Isabela de Sagua – New York)



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lunes, 3 de enero de 2011

El Tesoro de Rackham

Leyendas marinas de Sagua La Grande.
http://saguatesoros.tripod.com

También le llaman “El Tesoro del Esquivel” a varios baules con joyas y monedas de oro provenientes de unos barcos españoles que escondió en este sitio el intrépido pirata Jack Rackham más conocido en estos mares por “Calico Jack”.


Por los primeros meses del año 1720 un grupo de barcos de la flota española viajaba con rumbo a Europa proveniente de Matanzas con unos baules de joyas y dinero de los negocios de varias familias poderosas en la isla de Cuba. Cuenta la tradición que el astuto Calico Jack, que operaba entre Bahamas y los cayos de archipiélago Sabana–Camagüey, se escondió por el lado Este del Cayo Esquivel y al pasar la flota cañoneó por sorpresa a dos de los buques armados los cuales se hundieron al instante, quedando solamente el principal que le interesaba, donde iba la preciada carga, y que a pesar de poseer varios cañones no disparó ninguno, rindiédose en el acto, pero Calico desconfiado de una actitud tan pasiva lo asaltó con crueldad no dejando a un solo tripulante vivo., los cuales fueron arrojados al agua. El tesoro de baules fue encontrado en popa, y en medio de gran alegría y borracheras, fueron bajados por un grupo de piratas a las arenas de Cayo Esquivel del Norte donde fue enterrado. Calico Jack fue capturado poco tiempo después y ahorcado en Jamaica con todos sus hombres pero el tesoro aun permanece en algún rincón del legendario cayo esperando por un nuevo dueño que lo adopte.


(Algunos afirman que su hijo, criado en el Hato de Jumagua y con posterior residencia en Virginia, pudo haber regresado a buscarlo guiado por su madre Anne Bonny).






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domingo, 2 de enero de 2011

Antiguo cargamento de vino desaparecido

VINO AÑEJO DEBAJO DEL UNDOSO

Sobre el cargamento de Vermouth hundido en Isabela de Sagua.

Aunque no se trata de un tesoro en joyas y ligotes de oro ,para los amantes del buen vino deben conocer que en el fondo de la desembocadura del río Sagua La Grande existe un gran depósito de vino Vemouth que se perdió cuando se descargaba la barca italiana “Francesco Garguilo ”procedente de Marsella para abastecer algunos negocios de Sagua el 23 de Diciembre de 1878. Este vino centenario no se pudo recuperar debido a la profundidad del sitio y en la actualidad esta gran “colonia de botellas” debe estar muy bien protegida por los abundantes sedimentos que arrastra el caudaloso río año tras año.Para los futuros exploradores…!salud!…




sábado, 1 de enero de 2011

El secuestro de Hemenway en Sagua La Grande

Jamiguel, le decían cariñosamente los sagüeros del siglo 19 a este bondadoso gringo que tanto amaba y ayudaba a los pobres de Sagua La Grande, pero a pesar de su bondad, en una ocasión estuvo secuestrado por otros sagüeros los cuales pidieron dinero a cambio de su libertad. Augustus Hemenway fue uno de los comerciantes más influyentes de Boston.



Nació en Salem en 1805, y como muchos muchachos de ese período lo obligaron a ir a trabajar cuando era muy jóven y con su espirítu de comerciante comenzó sus negocios propios en ciudades de la costa en Maine los cuales ramificó hacia fuera, y antes de 1836 ya estaba en el negocio bajo la firma de A. Hemenway y Co. Poseyó ocho grandes naves que construyó para su propio negocio, que manejó desde Valparaíso, donde tenía sus almacenes. Los nombres de estos barcos eran: "City of Valparaiso," "City of Santiago," "Independence," "Magellan," "San Carlos," "Próspero," "Sunbeam," y "Quintero." Negociaba además con cualquier producto americano que él consideraba vendible en la costa oeste de América del Sur. Además de su negocio de Valparaíso, Hemenway poseyó un reparto entero en Maine con su propio aserradero en Machias.


Fue en este aserradero donde Don Augustus cortó los tablones que sirvieron para levantar su finca en Sagua La Grande, Cuba donde poseía una plantación y un trapiche o ingenio azucarero cerca del río en el sitio actual de San Jorge, uno de sus retiros más amados de América. Una tarde del invierno, mientras marchaba de Sagua al ingenio de St. George, unos asaltantes lo capturaron y lo escondieron para pedir dinero a cambio; el encargado de la Finca que lo acompañaba estaba aterrorizado pero Don Agustín en cambio, con su sangre fría , pasó toda la noche fumando y conversando con los secuestradores hasta que con la salida del sol, su encargado del ingenio el Sr. Bartlett, fue al banco de Sagua de donde extrajo los fondos necesarios para pagar la libertad de su patrón. Este capítulo de su vida en Sagua termina felizmente, pero Hemenway nunca más hizo el camino de Sagua a San Jorge a caballo sino que optó por hacerlo en el tren recién inaugurado. Muere a finales de los 1860s. Se dice que en los alrededores de su casa junto al río Sagua se encuentra enterrada la momia de su antecesor azucarero Don Jorge Battle (Ver: "La Momia de Sagua" en próximos capítulos).


Nota: Debemos recordar además que Mister Agustín Hemenway fue un benefactor de los niños sagüeros y aportaba anualidades fijas de $ 688.35 en oro para esa noble causa. Pero además amaba tanto a Sagua que constribuía con todas las obras que pudieran darle progreso. Fue el primero que estudió y propuso al gobierno local la canalización del río para así facilitar el trasporte nacional e internacional marítimo por lo que se conocía como "el hombre de la canalización"; así como la construcción de un camino que uniera a Sagua y su puerto La Boca.

El Tesoro de La Pastora



EL SANTO DE AZPIRI
La mitad de la enorme fortuna declarada por el rico dueño del ingenio "La Pastora" en 1880, nunca ha aparecido y sus propios familiares la buscaron por muchos años a principios del siglo XX.

El viejo vizcaino Don José Azpiri era muy famoso en Sagua La Grande debido a que en su finca "La Pastora", en la margen derecha del Río Sagua, se celebraba todos los años (los días 19 de Marzo), su Santo, con un enorme festejo que reunía a cientos de personas como si se tratase de un carnaval.

Algunos le llamaban “La Fiesta de la Pastora” y otros “Santo de Azpiri”, ese día nadie trabajaba en toda la Finca y sus alrededores, Don José hacía un verdadero derroche de su fortuna complaciendo a todos los presentes con bebidas, picaditos y lueg 
o con un excelente banquete y baile.
Su tesoro enterrado se ha calculado en “varias botijas” repletas con monedas de oro.
Como contribución a los nuevos sahoríes de Sagua La Grande, incluimos aquí tres fotos acabadas de tomar por satélite para que tengan una mejor idea de como luce esa área actualmente y puedan realizar búsquedas apoyadas por un plano real.







 
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