sábado, 1 de octubre de 2011

LEYENDAS DE SAGUA LA GRANDE / EL JINETE SIN CABEZAS

EL JINETE SIN CABEZA



En la llanura de Jumagua,.al oeste de la Villa del Undoso, se levanta el Jardín de los Gemelos, unos hermosos mogotes muy parecidos entre sí que en sus verticales laderas del lado norte poseen un solitario camino que serpentea separándolos de la enigmática laguna que entre helechos, ninfeas y enredaderas, exhibe el típico panorarama de un cuento de hadas. En las mañanas de Jumagua una densa neblina abraza al cerrado bosque limitando la visión a unos pocos metros por delante de nuestra nariz .El silencio de sus aves es absoluto.¿Aún nadie ha despertado en las verdes ciénagas o acaso alguna extraña energía los sosega?.
Desde épocas lejanas algunos campesinos que se adentraban en este sendero del pantano regresaban horrorizados a sus hogares contándole a sus alarmados familiares que entre la confusa niebla se paseaba un jinete sin cabeza.Uno de los testigos de este insólito acontecimiento que ha vivido hasta nuestros tiempos, Don Juan Morales vivía a principios de siglo en Chinchila (muy cerca de las lomas) y nos contó lo siguiente: “Aquello fue como en 1937;yo había ido con mi carretón y dos amigos para derribar una palma y sacarle sus tablas y llegamos al borde del pantano como a las seis y media de la mañana, aún no había amanecido y nos sentatamos un rato a tomar café y converzar un poco en la espera de que aclarara un poco pero sin que nos cogiera el sol de media mañana.A eso de las siete ya penetraba alguna luz entre los árboles pero la neblina era muy cerrada, entramos un poco el carretón por el camino hasta que ya era muy estrecho y no nos permitía continuar por lo que amarramos la bestia a una mata de tamarindo y continuamos a pié.De pronto sentimos los cascos de un caballo que venía avanzando hacia nosotros y decidimos echarnos a un lado para que este pasara sin golpearnos. Se iba acercando poco a poco y de vez en cuando sentíamos sus resoplidos;no víamos nada por la neblina pero cuando ya estaba a unos cuantos pasos de nosotros,pasó por delante de nuestros ojos un enorme caballo negro con manchas blancas y sobre él un hombre muy bien vestido y grandes botas con muchas hebillas pero lo espantoso de todo aquello era que aquel tipo solo tenía un corto cuello y NO TENIA CABEZA…”
“ Nosotros estábamos tiesos de miedo y no sabíamos que hacer, pero el jinete sin notar nuestra presencia, continuó su camino con su pecho empinado y sus manos en las riendas.Aquello es lo más extraño que yo he visto en mi vida. Nos asustamos tanto que decidimos irnos a casa y buscar otro palmar donde cortar nuestras tablas.”
Hasta aquí la historia del señor Juan,pero el suceso lo repiten en Sagua y Jumagua otros protagonistas que han coincidido con el fantasma en el estrecho trillo de las ciénagas.
“ En cierta oportunidad un campesino se encontraba metido en las frías aguas del pantano buscando algún ganado extraviado y su pequeño hijo de 8 años lo esperaba en la orilla comiendo algunas ciruelas silvestres. Entretenido el padre en acorralar a sus vacas,sintió de pronto los agudos gritos de su hijo y sin pérdida de tiempo comenzó su dificil lucha por avanzar sobre el fangoso fondo que atrapaba sus piernas hasta las mismas rodillas. Mientras lo hacía le gritaba a su hijo que le explicara lo que sucedía,pero el chico solo hacía gritar y gritar ahogado en llanto y no respondía a las súplicas del padre…”
“Al llegar al borde de la ciénaga por fín el pobre hombre pudo ver a su asustado hijo que gemía apretujado contra el tronco de un árbol y al registrar su cuerpo comprobó que este no estaba herido,pero aún así continuaba chillando sin emitir una sola palabra.Tardó el padre un largo tiempo en consolarlo hasta que por fín,con cierto hipo que produce el terror,le explicó que había pasado por allí UN HOMBRE A CABALLO.Desconsolado por una respuesta tan poco aclaratoria el padre le impugnó agitándole por los hombros:¿Y porqué te vás a asustar por un simple guajiro a caballo?-a lo que este contestó: -! Porque no tenía cabeza !…
El jinete sin cabeza de las ciénagas del Mogote ha mantenido alejados del sitio a muchos intrusos por largos años,de ahí que este sea uno de los pocos bosques del norte de Las Villas que siempre ha mantenido el mismo panorama a los ojos de muchas generaciones.A primera vista nos parece estar viviendo una escena de la Era Secundaria que solo necesitaría de grandes reptiles para convertirlo en un Parque Cretácico.Se conserva el mismo largo y tortuoso sendero de la leyenda,las ciruelas silvestres del chico, la neblina del siniestro pantano,sus helechos,lianas y nínfeas,sus infinitos palmares y quien sabe si aún realiza su eterno recorrido la aterradora aparición del caballero decapitado que a tantos ingénuos visitantes expulsó de la faz de sus dominios.

¿Te atreverías tu solo a recorrer el camino del pantano?

Localización: Camino entre la Ladera Norte de la cordillera de mogotes y las Ciénagas. Atrévete…

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