lunes, 28 de marzo de 2011

Un Faquiir en la Plaza de Sagua

La Plaza del Mercado de Sagua La Grande era un centro de comercio muy concurrido debido a los numerosos puestos de frutas, vegetales, viandas, carnes, pescados y mariscos. Todas las mañanas la población se volcaba hacia allí y el enorme bullicio era ensordecedor. Pero había solo una persona que le molestaba aquella estridente muchedumbre.


Allí se pregonaban las ventas de todas las formas posibles se gritaba, se ponían carteles, y fue curiosidad en la década de 1920 la presencia de un abstraído faquir que sentado en posición de loto sobre una de las mesetas de mármol, se comía todo un racimo de plátanos sin detenerse en medio de una muchedumbre que apostaba en favor o en contra de tan difícil tarea.

El meditativo yogui, sin prestar atención al bullicio, aumentaba cada día su meta bananera y hasta llegó a incorporar alimentos extras como queso y “pequeños saladitos” para así calmar su voraz hambre”, pero no se detenía nunca, nadie lo vió jamás haciendo un paréntesis o algún truco, siempre masticaba un plátano detrás otro, alguna fruta u otro alimento, lo cual despertaba el apetito entre los compradores allí presentes.

Excelente anuncio comercial y forma simple de ganar dinero alimentándose.

La cajita enterrada en Sagua

(CAPSULA DEL TIEMPO)


Como si se tratase de una máquina del tiempo, pudiéramos regresar al pasado si lográramos encontar una cápsula de tiempo enterrada debajo de la Iglesia de Sagua La Grande por nuestros antepasados, los cuales quisieron enviar hacia el futuro una cajita con documentos de la época en 1856, cuando se comenzaba la construcción de la gran iglesia sagüera.


Tres niñas condujeron una bandeja repleta de actas, documentos y periódicos de la época, cubiertos por un paño carnesí con franjas de oro, colocándose junto a la primera piedra, además de otras piezas como martillo, cuchara, y demás instrumentos de ceremonia.

Todo se sepultó en una caja de zinc, siendo bendecida por el Cura Interino Pbro. Don Francisco Barroso, rodeado por gran cantidad de sagüeros.


Así que ya lo saben los arqueólogos sagüeros del futuro:

“debajo de la iglesia parroquial existe una caja colocada en 1856, con documentos y periódicos de esa época”; nos gustaría poder ver el periódico: “Hoja Económica del Puerto de Sagua La Grande” en su década de fundación (1852), pues el más antiguo que posee nuestra colección procede de 1864 cuando ya se llamaba “El Sagua”, pero, por favor, …! Sin derrumbar la iglesia!...

sábado, 26 de marzo de 2011

El tráfico de esclavos en Sagua La Grande

LOS BARCOS NEGREROS


(De cuando la terrible trata negrera aún existía en Sagua)

Este es un hecho que aunque Pepe los contaba junto a sus leyendas,hay que apartarlo como un un hecho real, histórico y registrado legalmente en los archivos del gobierno de Sagua. Los primeros periódicos lo comentaron y luego Don Antonio Miguel Alcover y Beltrán hizo un resumen en su brillante “Historia de Sagua”.

Contaba Don Pepe, que encontrándose en el área de Las Pozas fue localizado a presentarse ante un grupo organizado por el Teniente Gobernador Don Joaquín Fernández Casariego que iba a la cacería de un grupo de negreros que se preparaban para partir hacia Africa. Don Pepe era muy conocido en toda la región como un lobo de mar conocedor de la cayería Sabaneque mejor que nadie y Casariego, que deseaba el plan perfecto, decidió usar sus buenos oficios.

De La Habana había salido el 19 de Abril de 1852 una goleta costera equipada con pertrechospara el bergantín “Brasil” alias “Emperatriz”, que se escondía en un punto de Falcón en Cayo Bahía de Cádiz preparándose con el bergantín “Palmira” alias “Celmiral”, para marchar ambos rumbo a Africa para continuar con la odiada trata negrera que ya iba quedando en el pasado.

Con gran dignidad Casariego quería impedir este crimen a toda costa, y preparó una buena expedición para que su plan fuera perfecto y poder atrapar a los delincuentes. Para esto eligió al Teniente de Caballería Don Pedro Pastors y al Teniente de la 2da Compañía de Mérito Don Mariano Marcuello con una tropa de 24 soldados, además del Licenciado José Ignacio Rodríguez como asesor legal, y de esta forma partieron el 27 de Abril de 1852 a bordo del famoso Vapor “Sagua La Grande” que había sido el primero construído en Cuba por los sagüeros “Beronda Hno. y Cía.”.

El vapor iba dirigido por el patrón Don José Silva, pero bajo la respetada opinión de Don Pepe, que según expresó despues Casariego:”era de su absoluta confianza para la ejecución de sus operaciones”, a diferencia de Silva que no tenía mucho espíritu de cooperación y que luego declaró que”se le obligó por la fuerza a conducir el barco”.

A las 5 de la tarde de haber zarpado localizaron al bergantín “Emperatriz” y lo abordaron, comprobando que no poseían papeles, ni jefe o capitán alguno,por lo que los 47 hombres allí sorprendidos fueron detenidos y conducidos al vapor, haciéndose cargo Don Pepe Beltrán del bergantín que lo condujo con algunos soldados hasta el ingenio Delta en el río Sagua La Grande.En los Falcones encontraron el otro bergantín sin tripulación.

Todo el éxito de la misión se debió a las habilidades de Don Pepe al rodear el cayo por recovecos que el solo conocía.Los prisioneros fueron alojados en la casa del Dr. Alejandro Largargett que estaba el la calle Ribera y Clara Barton ya que la primitiva cárcel no tenía la suficiente capacidad para tantas personas.

Don Joaquín Fernández Casariego demostró una vez más su integridad como gobernante y ser humano, el pueblo le aplaudió aquel gesto de piedad y valentía a la vez, y Don Pepe orgulloso narraba su hazaña por todas las tabernas de la jurisdicción.


del ARCHIVO SABANEQUE
1970 - 2011


 

¿Diego Grillo en Sagua La Grande?

Esta fascinante historia proviene de la rica tradición marina de la franja Corralillo-Rancho Veloz donde iban a descanzar muchos lobos de mar incluyendo viejos piratas y bucaneros .La historia nosla narra un viejo profesor retirado de Rancho Veloz al cual fuimos a consultar sobre el caso del galeón Santa Lucía donde él tuvo participación en los años cincuentas (Ver: LA LEYENDA DEL JATAL), pero curiosamente en Sagua era bien conocida esta “leyenda” por algunos amantes de la tradición que me la contaron integramente tal y como la anoté en Rancho Veloz.

Al parecer es nuestro Pepe Beltrán el autor original de las diferentes versiones que hoy circulan por Sagua La Grande.A Pepe se le publicó sus narraciones en periódicos de fin de siglo que hoy poseemos en nuestra colección, pero este es “un rescate oral” inédito que resultaría en extremo fascinante de ser real ya que el protagonista dejó su historia inconclusa.Nos referimos al pirata cubano llamado Diego Grillo que en nada envidiaba en su crueldad a sus maestros el corsario Francis Drake y el despiadado Pata de Palo que tanto terror causaron en nuestras costas.



Esta tradición nos cuenta que el farero de Bahía de Cádiz, siendo muy jóven en 1827, conoció a un viejo pescador en el área de la playa de Ganuza que fue su inigualable maestro en las leyes y conducta marina como jamás pudo igualar después de sus experimentados años de acción y aventura.Su maestro era un caballero muy culto que combinaba los buenos modales con el salvajismo de una pelea. Pero lo interesante de este encuentro no eran las enseñanzas del maestro Don Onelio Valdés,sino la confesión final donde decidió este contarle a su discípulo que él era el hijo de Don Francisco Valdés,el tataranieto del temible pirata Diego Grillo que aún vivía en una finca cerca de La Panchita.El viejo tenía 90 años y conservaba toda la historia del legendario pirata contada por su padre,el bisnieto del pirata que nació en 1687,el cual narró que,convirtiéndose en persona respetable de la zona,Don Diego cambió apellidos, árboles genealógicos y todo lo que pudiera atarlo al oscuro pasado de la piratería,pero temeroso de su pronta muerte lo contó todo a su hijo menor que a su vez se encargó que la cadena de confesiones continuara a lo largo de su descendencia familiar.

Orgulloso de su valiente antepasado decidió finalmente pasar la verdad a su hijo Onelio quien se lo contó al farero (que nunca hemos averiguado su nombre).Suponemos que el farero se lo haya contado a Don Pepe Beltrán pues ellos tuvieron contacto en 1867 y de él provienen todos esos cuentos de mar.


Diego Grillo tuvo 6 hijos con una cubana del sitio Hatogrande que más tarde se conoció como Ceja de Pablo;allí se retiró el temible pirata donde murió a los 82 años de edad sin que nadie pudiera identificarlo, pues además de su total transformación,un curioso acontecimiento vino a sumarse a su suerte final;resulta que a los 50 años ya el pirata se sentía cansado y con buena fortuna para disfrutar por lo que decidió retirarse tomando su puesto otro mulato que confundió por muchos años a los españoles los cuales pensaban que se trataba del mismo Diego Grillo y que incluso se hizo llamar Diego al igual que el viejo pirata.Don Onelio le contó con orgullo,como su antepasado disfrutaba desde la comodidad de su finca “las hazañas de su doble”;incluso desde Inglaterra donde viajaba a menudo con toda su familia a otra hacienda que poseía.

El menor de sus hijos,con una historia muy activa en 1640, fue el cabecera del árbol genealógico que llega hasta Don Onelio a partir del cual muy poco se conoce aunque se reconoce como tronco del 40 porciento de los Valdés de la jurisdicción de finales del siglo XIX.


En la antigua jurisdicción de Sagua La Grande tenemos dos “huespedes”,según leyenda,que decidieron dejar atrás sus tristes pasados de sangre,uno de ellos lo es el pirata cubano Diego Grillo (1558-1640) y el otro lo es el legendario corsario francés Jean Laffite (17xx-18xx) de cuya descendencia proviene la familia de nuestro actual coterráneo Rafael Rasco residente en Long Island pero que vivió muchos años de juventud en la Villa del Undoso desde donde se origina toda la trama de su fascinante libro: “de guacamaya a la sierra”,el cual recomendamos a los amantes de las leyendas.

No existe ninguna duda de que el norte de Las Villas constituyó un definitivo refugio o retiro para muchos “hermanos de la costa” ya cansados de sus aventuras oceánicas…

jueves, 24 de marzo de 2011

Leyenda de la Serpiente Marina

José Antonio debe ser su nombre, pues aparecía oficialmente como Antonio Beltrán y le decían Pepe.Don Pepe Beltrán era un viejo pescador semi-inválido al que todos acudían en la Sagua de finales del siglo XIX para oir sus historias marinas.


Algunas las había vivido en carne propia pero otro gran caudal lo había acumulado transmitido por sus colegas de pesca y vida oceánica.

En una de sus hitorias nos relata el viejo lobo de mar como sus amigos que pescaban mar. afuera, peces de profundidad, vieron en una ocasión una enorme sepiente marina muy cerca de Cayo Piedra del Obispo, al noroeste de Isabela de Sagua a partir del cual el océano comienza a profundizarse hasta las entrañas abismales de sus dominios. Los viejos pescadores no podían creer aquello que estaban viendo; para ellos no existía ningún animal marino que no conociesen e identificasen al instante y esta visión se salía de su lógica y rutina marina.

Delante de ellos se elevó por más de 5 metros sobre la superficie del mar una enorme cabeza muy impresionante “del tamaño de una chalana o bote pequeño” cuyas mandíbulas estaban abundantemente pobladas de agresivos y afilados dientes como los de una picúa gigante,algo curvados hacia adentro de la cavidad bucal. Sus ojos eran tan amenazantes como su repulsiva boca haciéndolos temblar por unos segundos cuando, con vista fija en ellos, tal parecía que el mostruo planeaba atacarlos de un segundo a otro.


Aquella mirada del diablo marino les pareció eterna y los tenía casi hipnotizados, ninguno se movía ni hablaba, pero estaban conscientes que ese era el fín…¿Cual de ellos sería el primero?.Pasó un siglo de petrificación mirando aquellos ojos de fuego que despedía el animal y de pronto, como regalo del destino,una manada de delfines saltaron por su lado izquierdo provocando que la bestia les quitara la atención para concentrarse en los benditos salvadores.


Con habilidad asombrosa el gran reptil precipitó su cabeza contra la cuadrilla de cetáceos que a su vez escaparon hacia las profundidades con velocidad vertiginosa.Entonces los asustados pescadores pudieron observar como un largo cuerpo de serpiente se curvó en interminable zambullida que duró el suficiente tiempo como para calcularle “unos 30 metros de longitud o más”.


Ese mismo día los afortunados hombres decidieron regresar a tierra para contar su incredible aventura.

Todos los colegas de la costa se enteraron del insólito episodio y no dudaron ni por un instante de la veracidad del relato, pues, estos lobos de mar jamás, en muchas décadas, habían desertado de sus funciones de pesca, por lo que “algo grande y real” debió ocurrirles para que su limpio e envidiable record quedara manchado por primera vez.


La serpiente marina ha sido observada en nuestros mares desde la época de la conquista al igual que otros horrores mitológicos del misterioso océano atlántico…

lunes, 21 de marzo de 2011

El Fantasma del Hotel

Leyendas Sagüeras

Existe un viejo edificio abandonado de tres pisos en la calle Carmen Ribalta, entre E.J. Varona y Luis Mesa frente al Parque “El Escolar” de Sagua (Parque de las Madres, Parque Infantil (antiguo Hotel “La Unión”) donde un extraño fenómeno ocurre desde principios del siglo XX.. En algunas noches aquí se escuchan gritos y quejidos horripilantes que someten al más valiente de los hombres.


El Hotel en sí es algo raro y su figura exterior provoca la impresión de que este tiene vida propia.

En los primeros años del siglo ya este era un Hotel en decadencia donde solo acudían personas de muy baja condición social.Cuenta la tradición oral que “Panterita” allí vivía con su amante pero una noche enterado de la traición de la misma,entró enfurecido a la habitación y sin mucha explicación la apuñaló muchas veces con salvaje desesperación provocando gritos de horror que la dejaron exánime en el piso. Los vecinos ante tanto escándalo llamaron a la policía que al llegar encontraron a la occisa pero Panterita había escapado.

Desde aquel siniestro acontecimiento los vecinos y transeúntes que pasan por la edificación en el silencio de la noche perciben los alaridos de la muerte por lo que,nadie que aquí se muda,resiste por mucho tiempo.Varias familias que no tenían conocimientos de este homicidio coincidieron en marcharse a los pocos días de establecerse.

Investigaciones personales con vecinos del área coinciden en que “todos los niños siempre han sentido un extraño temor a este repulsivo hospedaje”.

Al parecer el extraño eco del espanto aquí se repetirá por los siglos de los siglos…

sábado, 19 de marzo de 2011

La India Sencion

( Recopilación Magazine “La Lucha” - Sagua La Grande-1926 )


“Próximo al lugar donde hoy se alza la estatua del Conde Moré, en los jardines de la Estación de los Ferrocarriles Unidos, y sobre una pequeña eminencia que casi bordeaba la laguna con sus aguas cuando crecía y que,años más tarde,cuando allí llegó el poblado,los trabajos que se realizaron para la nivelación del terreno hicieron desaparecer, se levantaba,allá por los años de 1814 a 1816, una casita de yagua y guano que nadie habitaba y que nadie tampoco quería habitar por el supersticioso temor que infundían aquellos lugares en los sencillos vecinos del”.

“En aquella casita había vivido la madre de la niña “Sención” y allí había sobrellevado resignada hasta su muerte el dolor y la vergüenza del pecado horrible que la hija maldita cometiera Allí también vivió Sención cuando llegó con su familia a Sagua, en la postrimería del siglo diez y ocho o en los primeros años del diez y nueve. Era una familia de color, compuesta por el padre, la madre y Ascensión o “Sención”, como le decían a la hija, una joven de 16 a 18 años , algo montaraz, que pintan como un soberbio tipo de mestiza, aunque su pelo lacio, de color negro brillante de azabache, y los rasgos de su fisonomía denunciaban que, a la par del europeo y el africano, el indio reclamaba también un puesto entre sus progenitors.Por eso la llamaban India”.

“De esta familia sólo se supo entonces que eran de tierra adentro, que tanto el padre como la madre adoraban a la muchacha, a la que tenían “muy consentida”, y que habían venido a Sagua para alejarla de unos amores que no le convenían”.

“Por qué no le convenían aquellos amores no lo dice la tradición, ni dice tampoco cómo el amador pudo enterarse de que la india estaba en Sagua”.

“El hecho fué que, ocho o diez díaz después de la llegada aquí de la familia,la madre de Sención los sorprendió junto a la laguna en amoroso coloquio, y sorprendida ella a su vez, e indignada, los increpó rudamente”.


“El joven enamorado, pues hay que suponer que era joven y estuviera enamorado, recibió la represión sin protesta y se marchó enseguida, pero Sención, de carácter dominador y violento, sintiendo rebelarse en ella la salvaje fiereza de tres razas, se dirigió a su madre trémula, despidiendo fuego por los ojos y al tiempo que le gritaba:”Mamita: su merced me ha abochornado y no va a hacérmelo nunca más”,descargó su mano abierta sobre el rostro de la anciana…”

“Pero entonces ocurrió algo inexplicable o sencillamente milagroso.Mientras la madre le decía:

“Hija maldita, Dios te va a castigar” Sención se esforzaba inutilmente por retirar su mano,que parecía haberse soldado en el lugar de la cara donde dió el golpe”.

“Todos los empeños por separar la mano de la hija del rostro de la madre, resultaron completamente perdidos y, al fín, el padre,presa de la mayor consternación,fue a un ingenio distante en busca del emfermero, muy renombrado y que era al que se acudía por estos lugares en los casos de suma gravedad”.

“El enfermero ante el temor de que pudiera “irse en sangre” la anciana,se decidió por cortar la mano de Sención por la muñeca,y así lo hizo”.

“La India resistió la operación sin lanzar una queja;pero concluida,salió,sin ser vista,por el fondo de la casa y se dirigió a la laguna,en cuyas aguas desapareció”.

“Muchos años después solo habitaba aquella casita la madre infeliz,dedicada a tejer sombreros finos de yarey ,en lo que era muy experta, mientras en el lado izquierdo de su cara la mano cercenada, que con el tiempo se había vuelto de un rojo obscuro, dejaba ver sus cinco dedos y la parte colgante de la muñeca”.

“Y por muchos años también, todos los Viernes primero de luna, a las doce de la noche, se aparecía el “alma en pena” de la india Sención, emergiendo de las aguas, esbelta, más alta de lo que había sido con sus dos trenzas a uno y al otro lado del cuello cayéndole sobre el pecho, como ella las usaba en vida, con sus dos brazos levantados al cielo, y, en el lugar de la mano derecha , el muñón cubierto por los vendajes que el enfermero le pusiera…”

(Esta leyenda se desarrolla en la Laguna de los Hoyuelos durante la “fundación” oficial de Sagua La Grande a principios del siglo XIX ).

lunes, 14 de marzo de 2011

El Esclavo del Purio , Leyendas

Insólito fue el descubrimiento de 1918 en unas de la Cuevas del Purio donde un negro esclavo muy anciano aún huía de sus antiguos y crueles amos.


Por muchos años se venía corriendo la historia por los vecinos de estas interesantes montañas de que por allí se vía a cada rato a “un negro prieto con gran pelambre y barba blanca que escapaba despavoridamente de todo aquel que lo descubría”.La leyenda no era muy creída debido a los pocos testigos que existían, pero en cierta ocasión muchos trabajadores del Central El Purio pudieron constatar la veracidad del mito.

Pocos años después el moreno fue capturado comprobándose de que se trataba de un fugitivo desde la lejana guerra de la esclavitud.¿Que edad podría tener aquel pobre hombre que aún escapaba de la opresión?.

Su arrugada piel mostraba muchísimos años de vida; sus uñas eran muy largas y prietas y la planta de sus pies habían endurecido como una roca. El incredible ser se alimentaba de yerbas y según sus captores trepaba por las cuevas y árboles con la agilidad de un mono a pesar de su notable edad.


El hombre del Purio fue albergado en el Asilo de Ancianos de Sagua La Grande aun por mucho tiempo.

sábado, 12 de marzo de 2011

La Inundación de Carrazana

La narración me la cuenta Don Eladio Carrazana vecino mío, poco antes de su muerte a principios de los años setentas y su esposa Chila quien me dejó un hermoso patrimonio de fotos de 1902. Eladio es el bisnieto de Don Antonio, uno de los hijos de Don Ventura Carrazana protagonista de esta leyenda en 1820.


Por aquellos tiempos los Carrazana vivían en La Vega, finca muy antigua junto al río Sagua,

Y un día,durante una crecida del Undoso,todos fueron retirándose a lugares más altos de tierra firme para protegerse de las aguas,pero al darse cuenta que Don Ventura no estaba entre ellos, sus hijos muy preocupados,remaron en un bote hasta la finca donde ya las aguas tapaban su rancho comproprobando con horror que su padre luchaba,casi sin fuerzas, sobre una débil mata de mangos repleta de gallinas.Llevaba mucho tiempo sobre la mata donde lo sorprendió una rápida crecida del río y a punto estaba de rendirse cuando vió la salvación en sus hijos que se acercaban.

Los valientes hijos de Ventura eran:Antonio (bisabuelo de Eladio), José, Rafael y Manuel y de ellos se contaban muchas hazañas en los principios del siglo XIX en Sagua La Grande.

Don Ventura Carrazana es solo uno de los náufragos del Undoso pues más adelante veremos la más interesante de las leyendas relacionada con el río…

miércoles, 9 de marzo de 2011

La Balsa de Noé

¿Sabía usted que en una época ya muy lejana, una famila sagüera escapó de una horrible inundación hacia Los Mogotes de Jumagua sobre una balsa de troncos?



Cuando se habla de inundaciones los sagüeros solo mencionan las dos grandes históricas que han quedado grabadas en la pared de la farmacia de Esparza frente al Casino Español en las calles Céspedes y Padre Varela ocurridas en 1894 y 1906 respectivamente en cuya crecida las aguas del río se unieron a la Laguna de los Hoyuelos al otro lado de la línea férrea actual. Pero ya por esas épocas muy pocos ancianos recordaban el horroroso diluvio de 1837 cuando las constantes aguas de Mayo mezclaron de forma inusual el Río,Laguna de los Hoyuelos y Mogotes de Jumagua.


Nunca antes la naciente población sagüera había comtemplado semejante cataclismo, aunque quizás, en la prehistoria este sí fuese un espectáculo común para nuestros indios. En esta ocasión no existió un techo donde refugiarse, ni una pared donde marcar los niveles de las aguas.

Por esos tiempos ya Sagua tenía 148 casas (entre ellas 41 de mampostería) que rodeaban a la hermosa iglesia de gruesos tablones de madera y reluciente tejado erigida en lo que hoy es el anfiteatro. En círculos concéntricos se abarrotaban:25 carpinterías, 7 zapaterías, 2 herrerías, 2 tejares, 6 panaderías, 2 billares, 10 tiendas de ropa, 5 carnicerías, 3 fondas-bodegones, 1 botica, 1 sastrería, 1 talabartería, además del cuartel español, 1 cementerio (en el sitio que hoy ocupa el banco Canadá), una valla de gallos (que luego se trasladó a Padre Varela y Salvador Herrera, propiedad del ilustre trovador de los campos de Cuba Don Francisco Poveda) y un correo entre otros establecimientos menores.

Desde principios Mayo, los aguaceros alarmaron a la población que no vió un solo momento de tregua. En pocos días el río se salió de su cauce y avanzando por las calles de Colón, Intendente Ramírez (hoy Solís) y el área del actual parque, se fucionó con la laguna que a su vez ya se unía a las ciénagas que se forman en Jumagua. El núcleo urbano se convertía entonces en un pequeño islote en medio de la gigantesca sabana ocupada por la laguna y la pobre gente atemorizada trasladaba sus pertenencias a los tejados de las viviendas y negocios.

No se dejó para la historia una estadística de las muertes y pérdidas materiales pero sí el curioso acontecimiento que protagonizó Don Pedro de Aguila el cual, preocupado por tan apocaliptico diluvio,construyó una gran balsa de troncos donde logró escapar a las lomas del Mogotes con toda su familia, pertenencias y su perro.

La hazaña de este pintoresco sagüero debe ser recordada en alguna placa de nuestra querida ciudad, así como los muertos de tan terrible catástrofe publicada en periódicos de fín de siglo pero luego silenciada en la oscuridad del siglo XX.

Muchos monumentos nos quedan por erigir, uno de ellos para este balsero terrestre.





domingo, 6 de marzo de 2011

Bernardina y El General

Las grandes personalidades sagüeras de finales de siglo XIX nacieron de las manos de Bernardina Domínguez una partera muy querida y respetada en la Villa del Undoso nacida de padres esclavos en 1826. Existía a principios del siglo XX una expresión de “sagüerismo” que expresaba: ”Soy sagüero de pura sepa,me recibió Bernardina y me bautizó el padre Lirola”. Las madres habían enseñado a sus hijos a respetar con profunda reverencia a estos dos sólidos monumentos de la sociedad.


Pero Bernardina no se destacó solamente por su habilidad de comadrona. Cuentan los viejos que de no ser por su increible record de miles de partos, a ella se le conociera como una Sibila o Adivinadora ya que en muchos de los alumbramientos, profetizaba el futuro de las criaturas nacidas.

Uno de sus casos más asombrosos lo fue el de Don Joaquín Albarrán, nuestro médico universal, el cual fue recibido por Bernardina el 9 de Mayo de 1860 en la casa de sus padres en la calle de Colón # 173. En esa ocasión, tomando en sus manos a la recién nacida criatura, esta le dijo:”Atravezarás mar para ir muy lejos a seguir una carrera prodigiosa que la muerte tronchará”…


Escalofriante revelación que se adelantaba 52 años cuando un final prematuro le arrancaría a Cuba, y al mundo entero, uno de sus hijos más destacados de las ciencias médicas.

Otro de los casos que ha quedado como un inmoble mito, ocurrió en la mañana del 3 de octubre de 1870 cuando se celebraba un acto de los bomberos en el parque de la iglesia recién construido y muchos militares formaban filas para la bendición de una bandera. Pronunciaba un importante discurso patriótico el sacerdote, Presbítero Don Dionisio Rodríguez; al mismo tiempo, al cruzar la calle,en los altos de la casona de Martí esquina Carmen Ribalta,Bernardina luchaba con Doña Enriqueta López de Robau para que alumbrara a su hijo José Luis. En eso, suena un disparo de canón y al unísono nace el bendito niño…,la Comadrona mirando a su madre entonces dice:


“Caramba, este muchacho va a ser General; lo reciben con un cañonazo”… De Nuevo Doña Bernardina Domínguez se había adelantado un cuarto de siglo a las gloriosas hazañas de General Don José Luis Robau López que con su Brigada Sagua escribió una memorable página para el pueblo de Sagua La Grande.

En los finales de su vida muchos pudieron constatar que Doña Bernardina poseía un grueso diario o libro de anotaciones donde había compilado con mucho detalle todos y cada uno de sus partos. En cada uno de ellos incluía no solo el nombre del bebé dado a luz, el de sus padres y la fecha-hora, sino que además anexaba un comentario muy personal y misterioso donde al parecer escondía los detalles más sobresalientes del futuro adulto, una especie de premonición en clave que en algunas ocasiones expresó en voz alta, pero que en la mayoría de los casos quedaron sepultadas solamente en este fascinante libro hoy desaparecido pero que se conservó por mucho tiempo en el Centro de Veteranos de Sagua La Grande.


Los profetas no solo pertenecen al viejo continente, por acá también los tenemos.



sábado, 5 de marzo de 2011

El Cabayo Bayo


En los alrededores de la Villa del Undoso Don Rafael Morejón era propietario de fincas de potreros y colonias de caña.”Era, en fín,la cabeza de una de las familias de aquel mundo patriarchal, ya desaparecido y olvidado en nuestros días”.Su amor principal era por los caballos pero en especial por uno de color blanco amarillento;bayo de cabos negros, con la crin y los cascos negros a los que llaman “Bayo” y que siendo su preferido le dedicaba varias horas en las tardes. La noble bestia,a la cual nombraba General, también le correspondía con extremo cariño y apego al oir su voz..Por las tardes salían a pasear siendo la admiración de todos con los que se cruzaban en su camino.Parecían todo un matrimonio,bien vestido el jinete, bien reluciente el animal.

“El día que me muera,espero que San Pedro me permita entrar montado para llevármelo conmigo, porque me temo que nadie va a cuidarlo como yo lo cuido”-comentaba a cada rato Don Rafael.

“Tenía un ayudante que se ocupaba de los caballos,de la yeguada y de General; pero el hombre no podia ensillar el caballo hasta que él no estuviera presente, ya que vigilaba detenidamente todo el trajín de colocarle el paño, el basto, la montura, apretarle la cincha y ponerle el bocado;cuidando que el paño no formara arrugas,la cincha no estuviera torcida o la barbada muy apretada.Aquello era un rito sagrado”.

Una tarde al regresar de uno de los rutinarios paseos Don Rafael se sintió mal y Luisa su hija que lo vió le preguntó:

“¿Qué le pasa papaíto …?¿Se siente mal?”

No, no es nada-repuso aquel hombre del que siempre se había dicho que era un roble-, sentí como un mareo, pero ya se me quitó”.

“Se levantó, poniéndose de pie para demostrar que nada le pasaba y hasta sacó del bolsillo de su gabán un señor tabaco para fumárselo.Lo sacó pero no llegó a encenderlo,porque el mareo se le presentó de nuevo.El tabaco se le cayó de la boca y tuvo que sentarse de nuevo en la caja de madera”


Benito, el hombre que cuidaba los caballos se acerco con precupación y entre él y la hija lo Intentaron llevar a su habitación pero Rafael dándose cuenta que el ayudante abandonaba el caballo Le dijo molesto:

“Benito, quédate con el caballo, estate al tanto para que no tome agua acabado de comer maíz”

“Y algo más suave añadió:”

“Cuídame a General”.

Aquel caballero se preocupaba más por su caballo que por su propia salud.Su esposa muy preocupada junto a la cama le daba toda clase de atenciones pero él solamente pensaba y hablaba de si Benito esyaba atendiendo bien a General.

“!Dios mío…! –fue la exclamación de su mujer- Ahí lo tienen, enfermo por primera vez en su vida, con mareos, con la edad que tiene, que ya no es un muchacho aunque él se lo siga creyendo, y está preocupado con el problema del agua del caballo”.

Por fin llegó el doctor Adolfo Rodríguez el más conocido galeno de Sagua La Grande el cual después de hablar un poco de las actualidades cubanas con el enfermo le preguntó:


“¿Cómo fue eso de los mareos que le dieron,don Rafael?”

“Cosa sin importancia-repuso el paciente,y empezó a contarle dónde él estaba, supervisando la comida de General,que acababa de regresar de su acostumbrado paseo y que en ese día no había tenido ningún incidente , nada que valiera la pena de recordar,quizás excepto una acalorada discusión con alguien que prefería no mencionar en el Liceo al mediodía, después de almorzar”.

Don Adolfito entonces le recomendó que a partir de ese momento iba a tener que llevar una vida más tranquila absteniéndose incluso de los paseos a caballo en las tardes, lo cual fue terrible para el doliente que con este golpe sintió que su condición empeoraba y muy dolido por su nueva vida murió a los pocos días.

Pasó el tiempo y su nieto, también llamado Rafael, haciéndole comprender a la abuela que General estaba engordando mucho por falta de movimiento,esta decidió regalárselo y el muchacho orgulloso lo sacó a la calle ante la mirada curiosa de la muchedumbre que siempre lo había asociado al viejo Rafael.

El nieto decidió llevarlo a la carretera para hacerlo correr un poco y quitarle lo arisco de su comportamiento, no hacía más que resoplar y emitir un sonido ronco como si se fuera a espantar.Al llegar a la amplia pista General sin pensarlo mucho se echó a correr y nada más pudo hacer el joven para detenerlo.Muy asustado vió como la bestia a velocidad vertiginosa se fue alejando de Sagua y de pronto haciendo una brusca curva penetró en el Cementerio.Entre tumbas y panteones no dejó de correr hasta que de repente se detuvo frente a una lápida que Rafelito leyó con horror:”Rafael Morejón Pereira y Familia”.!No podia creer que esta bestia pudiera haber ido directo a una tumba que no conocía!.¿Que extraño fenómeno aquí había ocurrido?.

Benito sí lo supo cuando este se lo explicó:

“Los caballos,al igual que los perros,ven,sienten y huelen a los muertos;y en el caso del amo,oyen la voz que los llama por lejos que esté”.


“Ante el silencio de su interlocutor que estaba mudo,terminó con estas palabras:”

-“Y en este caso es muy natural… don Rafael vivía enamorado de su caballo, lo quería como se puede querer a un cristiano, como si no fuera animal…por eso lo llamó,lo hizo ir a verlo al cementerio.Mira, muchacho, él –que en paz descanse-lo dijo muchas veces:que el día que se muriera,iba a llevárselo pal otro mundo, y parece que quiere cumplirlo”.


“El nieto de don Rafael, ante las explicaciones de Benito, se quedó deprimido, sintió el mismo terror que había experimentado en el cementerio cuando vió el nombre del panteón de su abuelo, y no pudo encontrarle explicación razonable al asunto. No pudo entonces,ni nunca”.

Pero más curioso aún lo fue el sueño que tuvo esa noche Ramón el esposo de Luisa donde vió nitidamente a Don Rafael venir a buscar a su caballo. Ante el horror de todos la bestia amaneció muerta al día siguiente, era como si el viejo huviera avisado por medio de sueño de que iría a buscar a su amado caballo para así tenerlos avisados de tan impactante final.

Amigos míos,cosas del más allá que no deben buscarle explicación.

No siempre el cariño es sano, porque “hay amores que matan”…

jueves, 3 de marzo de 2011

Leyenda del Arroyo Ternero

Cerca del Barrio “La Jagüita” existe un bello arroyo que en la serenidad de sus aguas oculta su perfidia por entero.Bello, si, para aquel que su vista recree en él, pero para el desventurado que atraído por sus dotes naturales ose penetrar en él por cualquier motivo, para ese; pronto se revela toda la maldad y el veneno, el castigo por decirlo así, que envuelve a ese arroyo asimple vista…!Maravilloso!.

El fatal arroyo al ser creado por el ser supreme le fue asignado un terreno de fango movedizo que no resiste el menor peso…cierto día, un campesino que hacía el viaje con cuatro bueyes que tiraban de una carreta cargada de caña ignorando la consistencia del terreno, se aventuró a atravesar dicho arroyo.Tan pronto como el infeliz hombre acompañado de sus cuatro bestias con el cargamento penetró en el arroyo,comenzó a hundirse lentamente en el lodo.

Todas las esperanzas eran vanas,todos los esfuerzos realizados por ese hombre y sus cuatro bueyes fueron estériles, pues a medida que hacían o buscaban algún modo de librarse de la muerte que los acosaba con su faz sonriente para aventurarlos en su seno, solo conseguían enterrarse más y más y así poco a poco, enloquecidos hombre y animales por el dolor que les ocasionaba ver como iban a ser sepultados vivos fueron desapareciendo totalmente.


Mucho se habló de este suceso dramático, pero como todas las cosas, al cabo del tiempo nadie más se volvió acordar de este episodio hasta…un día un caminante acertó a pasar por dicho arroyo y veloz corrió despavorido dando gritos de horror.-Al llegar dicho personaje donde otras personas y ser interrogado de la causa de su pavor el interpelado respondió que al llegar al arroyo había visto como un hombre acompañado de cuatro bueyes y una carreta se hundía en el fango, haciendo esfuerzos supremos por salvarse. Después de esto otros viajeros han afirmado ser testigos de la misma escena;de ese arroyo que sirvió de tumba a esos desgraciados que tuvieron muerte tan trágica y horrible.

Hoy…años han pasado, pero el hecho no se ha olvidado como antes pues queda ahora esta triste leyenda que viene a recordar a todos, el triste fin de unos humanos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Los Chinos Esclavos


Historias de Ultratumba

En una casa de la calle Independencia en Isabela de Sagua, muchos vecinos de diferentes épocas ven aparecer en algunas oscuras noches de luna nueva, la repetida y sangrienta escena, que de forma fantasmal, muestra a unos endiablados chinos con una cabeza sangrienta en sus manos.La terrible manifestación ha asustado a muchos dueños del lugar los cuales han decidido mudarse al igual que a vecinos ya que en algunas épocas este lugar ha sido un abandonado solar.

Algunos testigos, ajenos en sus historias, coinciden en que los asiáticos se ven enfurecidos con la punta exterior de sus cejas muy elevadas hacia la frente y el rostro completamente enrojecido.Misterios del universo que en muchas ocasiones sorprende a la ciencia pues de forma insólita, ninguno de estos videntes ha sabido de antemano que allí se fusilaron durante la época colonial a 8 chinos que se dice asesinaron a su mayoral que los trataba cruelmente.

Cuenta la historia que a mediados del siglo XIX estos chinos esclavos trabajaban bajo brutales condiciones en este sitio que era el batey de la casa Larrondo y que un buen día, no soportando más los maltratos de su severo amo, todos decidieron combinarse para ajusticiarlo y con los instrumentos con que elaboraban, lo destrozaron a guatacasos y picotazos dejándolo tirado en el lugar hasta que la guardia tomó cartas en el asunto y el Jefe de la Plaza de apellido Ponce de León declaró culpable a 8 de los chinos los cuales fueron fusilados y enterrados instantaneamente en el mismo paraje del asesinato.

Muchos años después se descubrieron los esqueletos de los desafortunados cuando se realizaba una excavación para construir un pozo.


Al parecer los salvajes acontecimientos de sangre liberan una intensa y desconocida energía que impregna los átomos del lugar con una aterradora película que hemos de ver repetidamente en el transcurso de los siglos, dicen algunos. Pero los estudiosos del más allá afirman que las pobres almas sin rumbo de los principales actores del pecado, quedan atrapadas sin descanso a veces por largos siglos, hasta que algún sortilegio, exorcismo o noble gesto libertador rompe el círculo vicioso a que son sometidas las almas en pena.

El ciclo de los chinos esclavos de la Isabela aún no se ha roto y el espanto ha de seguir, quien sabe, por cuanto tiempo más…

del libro Mitos y Leyendas de Sagua de Pedro Suárez Tintín